lunes, 28 de noviembre de 2011

No more tears


No lloro por gusto ni porque me aburra, tampoco de alegría, la verdad es que nunca he tenido motivos para llorar de alegría.  Soy de esas personas que lloran cuando se derrumban y ya no encuentran palabras ni maneras de explicar lo que pasa. Lloro para sacar de mí todo el mal que me han hecho, lloro para recordarme que soy humana, lloro porque aunque aguanto todos los golpes soy incapaz de respirar y relajarme. Alguien que me diga que no hace falte que desperdicie mis lágrimas, que ya vendrán tiempos peores. Pero no, yo no tengo a nadie que me diga eso. Solo me tengo a mí misma. Pero si algún día encuentro a la persona que me diga lo que me hace falta, me daré cuenta y no lo dejaré escapar.

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