sábado, 31 de diciembre de 2011

Estoy aquí para comerme el mundo, ¿queda claro?

Una noche entera bailando, riendo, cantando y así caer en mi cama muerta de sueño y dormir. Dormir y dormir como si no hubiera mañana. De tal forma que cuando me levante, no mirar el reloj, sino el calendario. Pasármelo bien sin que nadie me diga que ya es el toque de queda y que hay que volver a casa, quiero poder vivir sin que nadie me diga que existe un puto reloj, ni que me digan que el tiempo pasa muy deprisa y que la vida es muy corta. Ni tampoco eso de que más vale tarde que nunca, NO, si la vida es tan corta pues más vale temprano que tarde ¿no? La vida es un soplo, se nos escurre por las manos y se nos va si no lo sabemos aprovechar. Y no voy a estar toda mi vida arrepintiéndome de mis errores, porque aunque son muchas las cosas que no me hubiera gustado hacer, seguiré sonriendo. Porque he nacido para comerme el mundo y no para ser comida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario