Soñar, ¿quién no sueña?, quien no se para a pensar en su pequeño mundo perfecto en el que todo es posible, en el que los sueños se hacen en realidad, en que no hay obstáculos, ni esas personas que hacen lo posible por quitarte tu sonrisa; se convierte casi un hobbie, desde que tienes un hueco lo utilizas para soñar, es como si cerraras tus ojos y abrieras tu alma. Lo difícil es despertar, cuando te despiertas, ¡PUUM!, de un portazo aterrizas a la realidad. Y te entra esa sensación extraña en tu barriga, no encuentro ninguna palabra en el diccionario que la defina, es un poco incómoda, porque parece que no eres capaz de hacer lo que quieres, que solo se puede en tu mundo de yupi, y no en este que vivimos llamado el planeta tierra, sí, ese que es esférico, azul y viven todos los seres humanos. Es impotencia, y me pasa 500 veces al día y ¿sabes qué? Que ya me he cansado. Voy hacer realidad mi pequeño mundo perfecto, ¿que por qué? Porque soy una cabezota y siempre consigo lo que quiero.
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