“¿Por qué?” y “No” son dos palabras que me enervan la sangre.
-“¿Por qué?, simplemente cada vez que formulo esa pregunta nunca pero nunca, obtengo una respuesta y lo odio.
-“No”, esa palabra tan corta y que tanto daño hacer, si por alguna casualidad he obtenido respuesta alguna siempre ha sido el famoso e incomparable NO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario